Tres generaciones de mujeres se enfrentan a un secreto guardado durante años. Un abuelo fusilado en 1940 será el arranque de una investigación que narra un viaje personal y reflexiona sobre la pérdida de la memoria familiar y colectiva. En definitiva, la búsqueda de la propia identidad.
¿Es NADAR un documental personal o un documental disfrazado de ficción? El sublime cometido de Subirana por recopilar sus propios recuerdos familiares. El punto de partida es la misteriosa ejecución de su abuelo en 1940. Trata sobre la fragilidad de la vida y los crueles efectos del paso de los años. La identidad personal, la reconstrucción de los recuerdos y el pasado son el tema de la película intimista de Carla Subirana.
En su primer largometraje, la cineasta logra dar a su búsqueda personal un sentido universal conmovedor. Subirana creció en un mundo de mujeres. Su abuelo antifranquista fue ejecutado en 1940 después de la Guerra Civil española por cometer tres atracos a mano armada. Cuando Subirana emprende la búsqueda de la verdad sobre este tema, que siempre ha estado rodeado de silencio, su abuela ya padece la enfermedad de Alzheimer y su madre padece la misma dolencia. En su película, Subirana compara el proceso creativo, que dura años, con nadar bajo el agua y el peligro de ahogarse.
Todas las familias guardan un secreto
«La película se hace necesaria por cuanto este ejercicio de memoria constituye la búsqueda de una verdad (histórica y personal), de un origen y de un trayecto que se pueda ofrecer como legado».
Fran Benavente – Caimán Cuadernos de cine.